Oportunities
Así como si tuvieras todos los cortes de carne a tu disposición jamás podrías volver a armar de nuevo a la vaca, el 147 en mi garage parece correr con la misma suerte. Lo que empezó con una simple correa de distribución pasó a la dirección, a los frenos y a quien sabe cuantos otros desgastes más. Sólo los rulemanes acusaban con haberse salvado de semejante tragedia, pero al verlos se me dió por inspeccionar a uno de ellos, su estructura plateada dinámica era digna de una pieza de la mecánica automotriz por lo que no dudé en sacudirlo y todas esas esferitas de su interior partieron en libres direcciones con rumbo desconocido. La disyuntiva es esta: o estoy pasando por un período destructivo o los astros se alinearon para atentar contra mi economía casera. Debí comprar el Ford K cuando tuve oportunidad. Porca miseria!
2 Comments:
Bue...parece que siguen los inconvenientes... Son rachas Layllus, a no abatirse! (mirá quien habla)
Otra vez??? Bue... parece que siguen los inconvenientes...Son rachas Layllus, a no abatirse! (mirá quién Habla) Y agrego:más allá de las risas y lágrimas todo se acomoda finalmente...cuando se puede entender porqué.
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