Daybreak
De madrugada se escuchan los pasos de este insomnio, el humo del cigarrillo va marcando el camino hacia la cocina, la luz de la heladera acusa mi obcesiva costumbre de abrir y cerrar la puerta sólo para mirar que hay dentro y comprobar en cada apertura y cierre que las cosas siguen estando en su mismo lugar. Amanezco con un sueño de Shangai, viviendo de a cachitos, descubriendo que entre lo que se puede y lo que se quiere hay un enorme abanico de grises y el gris, habrás visto que también es un hermoso color.
Algunas palabras que me traje del desayuno con Andrews, algunas fotos de Lynn que baje de Flickr.
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