Thales & Me
Photo By Chris
Desde allí se podía ver cómo se alejaba la tormenta, parecía que Thales, quien pensaba que todo estaba lleno de Dioses, me dijera que fueron ellos los que corrieron las nubes para que yo pudiera remar. Es difícil explicar estos días -sin que suene contradictorio- en los que realizando actividades que jamás había hecho, siento que jamás dejé de hacerlas. Lo cierto es que, mi simpatía por Thales viaja desde lo más simple, como tener un nombre al que a muchos no les cabe (consideremos que a sus padres Euxamias y Cleobulinas no les fue mejor) pasando por lo más filosófico como la Astrología Náutica y la afirmación de que el alma era algo capaz de producir movimiento hasta la gracia de coincidir en la tragedia de mirar a las estrellas y caernos en un pozo. Sin dejar de mencionar la alegría de saber que a él se le ocurrió mucho antes que a Gregorio que el año tenía 365 días, pero sobre todo me quedo con su idea de lo continuo, de que en última instancia todo no es más que una metamorfosis de lo mismo. Así, como la gota que vuelve al agua para renacer reafirmando su esencia una y otra vez, de la misma manera retorno a un espacio en el que puedo descubrir en las estelas que deja la remada, los hilos invisibles del destino que sólo en ese lugar se dejan ver...
Photo By Whiskey
By the Way,
Algún día voy a tener que decirle que a penas
aprendí a nadar...
2 Comments:
cuanta belleza en esa imagen!!!
Fea,
Usted es tan linda como sus palabras.
By the Way,
El río me transporta y la nataciòn me devuelve tan ràpido a la realidad...
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