Late at Night
El murmullo de
la sala le gana al silencio que sigue después del acorde que trae la última canción.
Recostada en la segunda fila del Siranush dejo pasar a quienes se van con la
urgencia de la noche. La loca que
interrumpió varias veces busca entre las sombras la imagen del artista que
salió de escena. Tomo el camino
opuesto, lo suelto, me quedo con la
música mientras me pregunto cómo es que alguien como yo dotada de dos orejas
(preciosas) con la capacidad de desafinar cualquier nota en el simple acto de
pensarla se siente tan satisfecha de haber asistido a ese show. La madrugada me
regala la respuesta mientras mira con recelo al cigarrillo que enciendo escuchándome
decir que es el último (hasta el siguiente
en el que renuevo la jura) y es que a mí, la música se me desgrana en palabras y
sin tararear ninguna canción dejo mi alevosa disonancia dormida y escribo,
escribo otra vez.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home