Un monstre et un chaos...
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Después de mucho andar y de hacer calculadoras (sí, hacía calculadoras) Pascal se metió en un monasterio - que dicho sea de paso- era de mujeres, para salirse un poco del laberíntico camino de la invención y el raciocinio y... capaz que fue ahí, cuando deslizó casi sin querer que "desviarse del termino medio era desviarse de la humanidad", (sí, ya sé es mucho más complejo y como si Pascal hubiese dicho alguna cosa sin pensar). Bueno es hoy, tan lejos de la Lógica de Port Royal, que a mí se me da por dilucidar el por qué de una manera u otra consigo siempre y a la perfección estar fuera de tiempo, me siento como la tapa de un frasco cuya naturaleza funciona indefectiblemente en sentido contrario a las agujas del reloj.
No es que sea lerda, a mí se me hace tarde, dando por hecho la tardanza, ésta se revela. Está clarísimo -al menos para mí- que el horario calculado, estrictamente agendado cosecha mi propia tardanza. Algo así de parecido decía Pascalito, el comportamiento exterior, la manera en que nos manifestamos, actúa performativamente en nuestro interior y no al revés. Acaso, si comienzo a caminar en línea recta, el camino pierda sinuosidad ??? Mientras tanto, y con la tardanza en mano, hago lo que aprendí en terapia que no es otra cosa que echarle la culpa a alguien más.