Midnight

La radio susurraba con interferencia una gastada melodía de jazz haciendo recordar los viejos discos de vinilo. Caminé por el pasillo entre sombras propias de una noche sin Luna, los pasos en pequeños ecos acompañaban mi andar, quise refrescar mi rostro antes de seguir con el proximo capitulo. El agua helada corría entre mis manos presentandose ante mí el color de la sangre en mis dedos, no había dolor alguno lo que me hacía suponer que la herida era más profunda de lo que imaginaba....segundos antes que el corazón se detuviera ante el horror, recordé que durante la monotonía del estudio pinté mis uñas rojo carmín lo que me lleva a esta reflexión: debo dejar de mirar películas de terror antes de un examen, debo dejar de estudiar tanto antes que el cansancio me lleve a mí, el alma.

My heart can tell you no

El ensayo y el error en cuestiones del amor tienen esa adrenalina que no se consigue haciendo ikebana, pero los años de terapia o los de meditación o los años solamente te cobran en algún momento el precio de la madurez y una ya no sale a pata suelta a buscar que la quieran, una elige, se supera, al igual que cuando ante la posibilidad de conseguir Benson and Hedges importados sabés muy dentro tuyo que jamás volverías a ponerte en tu boca un LM menthol industria nacional. No te voy a mentir, hay errores que no repetiría otra vez.

Candels in the wind

Velas encendidas y restos de parafina prometen nuevas invenciones de color naranja, un aroma a vainilla hace su despliegue por toda la casa acusando un flan recién hecho que espera enfriar su existencia para ser devorado sin culpas en breve. La sombra del viento de Zafón suspendida de pausa en la página 201, hay que rendir una materia en doce días, hay que empezar a estudiar en algún momento, preferiblemente hoy. El clima apacible parece mantener su calma al ritmo de blues. Clapton canta para mí sus mejores canciones. La música acompaña, el clonazepan hace lo suyo.