Vision

De mañana tempranísimo los consultorios aún se encuentran vacíos y generan una suerte de eco en los pasos de las enfermeras que entran y salen de las habitaciones llevando fichas u ordenes médicas; la sala de espera tiene esas sillitas unidas unas a otras que las hacen más incomodas que el olor antiséptico residente en todo lugar dedicado a la salud y dispuesto a descomponer al más sano de los mortales.
Frente a mí hay un cuadro, de esos de madera que se compran de oferta en las cadenas de supermercado, la decoración en sí, es perfectamente olvidable si no fuera por "ese" cuadro que está torcido y que me muestra -como la mueca de mona lisa- su torcitud plena y adrede desde cualquiera de sus ángulos. Será que el tiempo de espera o el ya vivido me tornan insoportablemente quisquillosa, irascible al punto tal de cambiarme de lugar con la excusa de acercarme al dispenser para servirme un poco de agua. Sí, pensarás que exagero observando cada nimiedad, subrayando el paréntesis al final de la frase o la pausa between the words pero es eso, es descubrir el hilo imperceptible que tiene el detalle lo que te permite deshacer la maraña en la que estás metido...Y me pregunto si esta tendencia alegórica que busca evitar la confrontación se debe al paso irremediable del tiempo...ya lo dice la canción: - veinte años no es nada (si hubiesen sido decentes)...
Photo by Ilikelemons
By the Way,
Peor si se le daba por el canto...